lunes, 2 de junio de 2008

Sandor Marai

Una de los autores más importantes del siglo XX y algo desconocido por el público en general, me cautivó la primera novela que leí de él hace dos años,titulada "El último encuentro" la cual la leí porque me la aconsejó un nuevo amigo por aquel entonces;una novela cuyo tema principal es la amistad, en la que el autor da a conocer cómo progresa la relación entre dos amigos a lo largo del tiempo y como cada uno de los hechos de nuestra vida van influyendo en la relación que tenemos con los demás.


Muy bien escrita,con un lenguaje claro y sencillo pero que a la vez puede ser interpretada de diferentes maneras dándole más valor a la obra.
Corta y que motiva a la reflexión.
Una de las novelas para iniciarse en este genial autor húngaro.

La recomiendo leer principalmente a aquellas personas que estén iniciando una relación de amistad con alguien o que piensen que la relación con un amigo/a se esté enfriando.

Para aquellos que la hayan leído recomiendo otras novelas del autor que también me han gustado mucho y que criticaré en otro momento:

"La mujer justa"









"La herencia de Eszter"


Espero la opinión de todos vosotros y que descubráis este autor muy pronto.

Lo que sigue es un maravilloso vídeo que en pocos minutos os muestra la grandeza de las palabras de Sandor Marai.






2 comentarios:

blake dijo...

Hola, soy ese "nuevo amigo por aquel entonces" que recomendó la lectura de Márai, ya ha llovido mucho desde esa ocasión. También lo hice con otros devoradores de buena Literatura y todos han caido en la telaraña creativa de este autor.
Comparto con Bibliotecarium su opinión y crítica a la novela El último encuentro.
Además de una diestra reflexión sobre los valores de la amistad, entendida ésta como auténtica y desinteresada, Márai nos relata cómo en una sola noche dos antiguos conocidos pueden culparse, exculparse y disculparse de lo acaecido entre ambos años atrás. Sinceramente, aunque su lenguaje sea claro y sencillo como bien dice Bibliotecarium, creo que es ahí donde radica la grandeza de la obra, en su modo de tejer las palabras hilvanando no sólo el argumento sino la psique de ambos amigos. Y aquí otra magnitud de la pluma de Sándor Márai, el retrato íntimo, enérgico y vivo de los personajes.
Una lectura rápida aunque no por ello emocionante. Y un autor de la categoría de otros muchos maestros, del que cada día disponemos de más novelas en nuestro idioma. Ahora mismo estoy sumergido en otro profundo y breve océano suyo: La extraña. Publicada en 1934.
El último encuentro, un acierto muy valioso.

Anónimo dijo...

Suele ocurrir que, cuando por vez primera, uno se topa con un impresionante paisaje, conoce a alguien o escucha un intérprete desconocido, en la segunda ocasión de hallarnos ante su presencia exigimos como mínimo el grato recuerdo de la anterior oportunidad -hecho éste último muy frecuente en la música actual-. Sucede lo mismo con ciertos autores y su obra. Esto fue lo que pensé durante la lectura de las primeras páginas de "La Extraña", de Sándor Márai.
Había leído anteriormente y ya hacía algún tiempo "El último encuentro" y deduje que había entrado en su obra por la puerta grande y que aquella que ahora comenzaba iba a ser una obra menor.
Deduje erróneamente. Cuanto más me sumergía en los procelosos pensamientos de su protagonista, más confirmaba lo sublime, para muchos desconocido, de este autor húngaro. Para mí, a la altura de los mejores.
Y cuando por fin se abrió ante mí el último e insospechado capítulo, hube de descubrirme ante el talento del escritor, de su trémula y breve narración.
Publicada en 1934, narra el hastío burgués de Viktor Askenasi, su huida hacia adelante como búsqueda del ansiado conocimiento de uno mismo. Camino que en solitario le conduce en las veraniegas playas dálmatas por los senderos más insondables de su propia alma, por los tenebrosos abismos de la desazón y por todos esos irremisibles baches previos al encuentro de su peculiar verdad.
En resumen, narra lo aterrador de la oscuridad en el camino hacia la cruel luz. Y lo hace a través de su relación con tres mujeres; una, el punto de partida, la segunda, el viaje y, la tercera por fin, el anhelado destino. Cualquiera de ellas pudiera ser en realidad la extraña del título.
Márai, muy inteligentemente y ante lo trepidante de la narración, tiene a bien introducirnos en la mente del personaje y en su monólogo íntimo para descubrirnos de este modo ese ahogo interior, no limitándose únicamente a relatarnos los actos de Askenasi y desdibujar así su rica complejidad. Habría que aplaudir al autor por ese hallazgo y la dificultad que implica, como bien se ha hecho con Proust o Joyce y con Martín-Santos y su "Tiempo de silencio" posteriormente.
Otra puerta grande a través de la cual introducirse en la obra de este escritor suicida.